Las bicicletas sin pedales: seguridad y eficiencia

Al escuchar o leer la palabra bicicleta mucho de nosotros recordamos nuestra infancia y lo divertido que era montarse en una y comenzar a pedalear sintiendo el viento en la cara y la adrenalina que nos proporcionaba tirarnos de alguna bajada, sin embargo, para hacer ese tipo de cosas se necesita alcanzar una edad, privando a los más pequeños de obtener un poco de diversión.
Cuando en casa nos rodeamos de niños, la diversión se convierte en nuestra sombra y el peligro también se hace notar, sin embargo podemos respirar profundo cuando hablamos de la bici sin pedales, ya que garantiza el cuidado del pequeño.

La bici sin pedales tiene la palabra seguridad entre la garantía, pues su diseño permite que si el pequeño pierde el equilibrio y cae al piso, no se lastime, evitando generarle miedo. Al no poseer pedales, el niño tendrá que tomar impulso con sus pies, permitiendo un desplazamiento de corta distancia, es decir, no tenemos que correr detrás de él por haberse salido de nuestro campo de visión.
Otra de las ventajas de esta bici es su comodidad, algunas bicicletas maltratan a su dueño por la dureza de los asientos o el complejo diseño, sin embargo, estas bicis se encargaron de darle prioridad al confort.

Entre muchas de las virtudes que tienen las bicis sin pedales podemos destacar las siguientes:
• No posee ayudantes o mejor conocidos como “rueditas traseras” haciendo que el niño aprenda a mantener el equilibro con naturalidad, facilitando el proceso del cambio a una bicicleta mucho más grande.
• Por la cercanía que tienen con el suelo, si hay caídas no generaran heridas que generen cicatrices y traumas para el pequeño.
• Por ser pequeñas, el niño podrá jugar en casi cualquier espacio, proporcionando diversión en casi cualquier espacio.
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